Velas con frutos secos
Los frutos secos aportan color y aroma. Una propuesta tentadora.
Materiales:
Cera de parafina
Varilla de bronce Pabilo
Desmoldante
Frutos secos: nueces, almendras, avellanas, pinas y anís estrellado
Moldes de acrìlico: cilíndricos de dos tamaños
Vaso pequeño
Palito de brochette
Pigmento pardo
Pistola de calor o secador de cabello
Paso uno. Fundir parafina y teñirla con una pizca de pigmento pardo. Humedecer el molde grande con desmoldante e incorporar una capa de cera. Preparar una vela madre en el molde pequeño.
Paso dos. Cuando la parafina del molde comience a solidificar (aún debe estar blanda), introducir la vela madre y empujarla desde la varilla hasta que toque el fondo del recipiente.
Paso tres. Volcar un poco de parafina derretida.
Paso cuatro. Colocar los frutos secos (hasta la mitad de la altura del molde) alrededor de la vela madre y acomodarlos con un palito de brochette.
Paso cinco. Completar el volumen del recipiente con cera fundida (la vela madre debe quedar cubierta). Dejar enfriar.
Paso seis. Desmoldar con cuidado y retirar la varilla de bronce.
Paso siete. Apoyar la vela sobre un vaso pequeño y, con la pistola de calor o el secador de cabello, comenzar a derretir la cera hasta que los frutos queden a la vista.
Paso ocho. Girar la vela a medida que la cera se va derritiendo; de esta forma, toda la superficie lucirá frutos secos en relieve. Dejar enfriar.
Paso nueve. Para finalizar, colocar el pabilo.