Curso para hacer bijouterie
Un universo de colores y texturas listo para echar a volar la imaginación. Bajo esta premisa, dos amigas se juntaron y montaron una novedosa microempresa. El local se llama Hindi Bazar, está ubicado en el corazón de Palermo viejo y allí las fanáticas de la bijou pueden encontrar todo tipo de cuentas y piedras para armar sus propios collares, pulseras, accesorios, etc. «Empezamos a fines de 2004 -cuenta Luz María González (32), una de las sodas del emprendimiento en el que también participa Luciana Pieniazek (27)- en parte porque las dos estábamos vinculadas, de diferente manera, a la bijouterie. Yo estaba en una feria artesanal y Luciana se dedicaba al reciclado de cosas». Convencidas de que debían ser creativas, decidieron abrir un negocio diferente. «Queríamos comerciar la bijou desde otro lado, es decir, que la gente pueda comprar todo lo que necesita para armar su propio collar. La cosa hecha no es tan creativa, lo lindo es hacerlo uno, aprender a reciclar. Por otro lado, a nosotras nos permite conectarnos con las dientas de una manera especial: en el mostrador hacemos mucho asesoramiento, nuestra idea es que la gente no se vaya sólo con las cuentas sino también con una idea, un proyecto, una duda menos. A todas las mujeres nos gusta hacer cosas con las manos, y hasta tiene algo de terapéutico. Por eso, desde un primer momento quisimos que el negocio tuviera ese perfil: no vender cosas ya hechas», asegura Luz.
Materiales y texturas
Con una deco muy hindú -la que le imprimió Luciana tras su viaje a la India-, en el bazar se pueden encontrar cientos de variedades de piedras. Las hay de vidrio, madera, cerámica, chebron, cristal checo, etc. Y también hilos de acero, algodón, cobre, cadenas, cintas de organza, raso y cordones pre tejidos de colores, entre muchos otros. «La bijou es apenas un uso posible. Todas las cuentas que vendemos son de la India y, como ya están perforadas, se pueden aplicar en almohadones, túnicas, polleras, zapatos, carteras, chatitas, hacer una cortina o tiradores para una cajonera», explica una de sus dueñas. Para quienes quieren aprender el oficio, las responsables del emprendimiento dictan un curso básico de armado de bijouterie. «Lo damos todas las semanas -dice Luciana- y su duración es dos clases de dos horas cada una. Aquellas mujeres que trabajan tienen la posibilidad de venir el último domingo de cada mes ya que ese día damos las cuatro horas de corrido. El curso es ideal para las que se quieren iniciar. Nosotras les explicamos cómo combinar las piezas, cómo utilizar las herramientas, cosas muy prácticas». Luciana y Luz se animaron. Por qué no intentar, nosotras, crear nuestra propia obra de arte.