Tecnica del papel mache
TÉCNICA DEL PAPEL «MACHE»
El llamado papel «maché» es en realidad, y como su nombre indica, ni más ni menos que papel machacado o molido y que mezclado con un pegamento adecuado permite formar una pasta de consistencia moldeable.
Como vemos, ni los materiales necesarios pueden ser más sencillos ni su procedimiento de fabricación más fácil.
Para elio se pueden utilizar toda clase de papeles viejos, siendo preferibles aquellos que no tengan apresto en su composición, tales como el de estraza, manila, de periódico, etc.
El papel se corta en trozos irregulares y se pone a remojo el tiempo necesario para que adquiera una consistencia pastosa.
Por otra parte, haremos el engrudo por el procedimiento clásico de mezclar harina y agua fría hasta desleír la harina. A continuación se le añade agua hirviendo, calentándolo sobre una llama floja, hasta que se ponga espeso.
Este engrudo lo mezclamos, amasándolo bien con la pasta de papel, añadiendo algo de agua si fuera preciso, hasta formar una pasta homogénea, fácilmente moldeable y que no se pegue demasiado a los dedos.
Dada la fragilidad de este material, los modelos que se ejecuten deberán llevar un armazón de alambre o madera que los haga más resistentes. En la figura se dan varios de ellos, que además servirán para dar ideas para crear nuevos modelos.
Una vez construido el armazón más o menos acabado, se procede a incorporarle el papel «maché» en cantidad precisa, modelando sobre la estructura hasta conseguir la figura deseada.
Como por habilidoso que sea el confeccionador esta figura resultará poco perfecta, a causa de las características del material, conviene dejarla secar y luego lijarla con papel esmeril e incluso quitarle algunas pequeñas porciones que rebasen de la figura mediante una cuchilla de afeitar, a pesar de lo cual las figuras resultarán un tanto toscas, pero en cambio tendrán un encanto que sólo se consigue a base de su propia rusticidad.
Se pueden pintar con varias clases de pintura, pero recomendamos el óleo o el esmalte, mejor este último, para su acabado.
Advertimos sobre la conveniencia de sólo hacer la cantidad necesaria de pasta para cada vez, ya que lógicamente, y dado su composición a base de engrudo, no permitirá guardarla para uso posterior, ya que la mezcla se secará rápidamente.
La pasta de papel sin incorporarle el engrudo, si se deja secar bien, se puede moler, convirtiéndola en polvo, lo que permitirá conservarla mejor para usarla en el momento oportuno.